Wednesday, March 2
ALL THAT JAZZ
Que no se sepa nunca si fue batalla o danza
Arthur Rimbaud
Hay un ritmo en todas las cosas, las tristes,
las deseadas, las hermosas, las temidas,
las horribles. Yo lo robé, lo hice mío. No es
un ritmo sostenido ni armónico.
Es quebrado, está roto
y yo estoy roto y por eso puedo
sentirlo en los huesos: empieza
sin dirección y sin sentido, se agita, lucha
temerariamente contra el silencio
y se termina. No tiene un para qué, no hay razón
para romper el magma, diferenciarse,
ser el relieve pequeñísimo en lo llano, el accidente
en el terreno vacío. Habría
que quedarse en lo indistinto,
habría que fundirse en algo más grande, ser
una partícula que no desea nada: ni nacer ni morir
ni moverse del lugar en que ha caído. Pero hay
una vibración que sacude
a los muertos o a los nunca nacidos.
Nos inquieta como a las piedras el comienzo
del terremoto: ellas no saben, no podrían
saber qué les espera, se dejan llevar, empujadas
por una fuerza irresistible,
desconocida. ¿Para qué la agitación, el ansia
en el núcleo de algo que va a volver
a aquietarse como si nunca
se hubiera movido? Te espero
como esperaba el mundo en el inicio, la explosión
que lo despertaría: con esperanza
y con terror. Soy la materia
que va a encenderse y bailar en el aire
como baila lo que nunca
había estado vivo
y va a morir. No tendremos más que eso,
el momento de esplendor antes de irnos
sin dejar huella de haber
estado aquí, y no es mucho pero alcanza
para las flores que se abren una vez
y se marchitan, por qué no habría
de ser suficiente para mí, para los dos. (Claudia Masin)